
Habíamos salido por patas, y por los pelos, de nuestro mal encuentro con unos piratas cuando recibimos la invitación del gran amigo Verdi para su fiesta de cumpleaños, que este año sería temática y había que ir disfrazado de pirata, así que sólo tuvimos que aprovechar los disfraces que usamos para camuflarnos entre los piratas y escapar de ellos. Afortunadamente estaban tan borrachos de ron que nuestros disfraces nos sirvieron a la perfección.
Pero ahora faltaba encontrar el camino de regreso a casa, a la de Verdi más concretamente.
- Acho, Pelu, ¿Creez que llegaremoz a tiempo a la fiezta de dizfracez del Verdi?
- No sé, para eso tendría que orientarme, y para eso necesito una brújula
- Poz aquí me paice que brújulaz no tenemoz ya
- Claro, tendríamos brújula si alguien de esta balsa no se la hubiera comido
- Joé, ya empezamoz...