10.5.06

El precio de la fama

Llevo sólo unos días de perrín famosillo y ya empiezo a pagar el precio de la fama. En este caso con la envidia cochina, bueno, envidia canina, para ser más exactos.

¿Se acuerdan de cuando me atacaron unos boxer el día de nochevieja?. Pues he vuelto a tener problemas con ellos, porque les corroe la envidia. Fue a traición, y todo culpa del Canalla. Les cuento.

Dábamos nuestro paseo matutino y, de repente, de la fatídica casa donde viven esos bichos, los boxer, salieron los dos delante de su humana. Y claro, nada más vernos volvimos a recordar nuestra cuenta pendiente. Así que yo me fuí directo hacia ellos (bueno, el Canalla dice que yo retrocedía como loco, pero eso es mentira) y ellos hacia mí. El caso es que cuando estábamos todos a la misma altura (dejemos ahora la cuestión de quién fue hacia quién) empezamos a ladrarnos de todo menos "bonito".

Claro, ellos estaban picados porque yo había salido en los periódicos el día anterior y ellos, mucho perrito de raza y mucha tontería, pero seguían siendo unos boxer anónimos. Y no lo soportaron. Así que se lanzaron a por mí y claro, como ellos iban sueltos y a mí el canalla del Canalla me llevaba atado, y con el Cano, apenas podía moverme.

Se me echó encima uno de ellos y creíme morir allí mismo. Y esta vez estaba enfadado de verdad. Busqué con la mirada la ayuda del Canalla, o siquiera fuera del Cano. Al Cano lo ví detrás de las piernas del Canalla, encogido, y no tenía pinta de estar preparándose para venir en mi auxilio.

El Canalla no sé bien qué hizo, pues puso una mano en la cabeza del boxer y con la otra empezó a toquetear mi arnés. Bonito momento eligió el tío para comprobar si tenía bien puesto el arnés. Qué Canalla más tonto... El Cano aprovechó la ocasión para huir del otro boxer, pero corriendo en círculos alrededor del Canalla y con todas las correas ésas arrastrando.

El caso es que algo hizo el Canalla con la mano que tenía en la cabeza del boxer, pues el perraco malo ése debió de despistarse y yo ví un hueco durante un instante, lo justo para comprobar también que ya no me sujetaba la correa del arnés.

En ese momento oí que el Canalla me gritaba ¡¡Vamos!! ¡¡Corre!! ¡¡Vamos, Vamos!!. El tío este también... menudo momento que elige para ponerse a jugar al "yo-ordeno-tu-obedeces". El caso es que cuando me vine a dar cuenta estaba corriendo lo más rápido que he corrido en mi vida. Ehh, pero no sean mal pensados, lo hice por instinto canino, porque oí el famoso "¡¡Vamos!!" y salí disparado como acto reflejo, no se vayan a pensar que huía, no, que yo eso no lo hago nunca. Lo que está claro es que el boxer ése será más fuerte, más grande y más malo que yo, pero a correr no me gana a mí, ni de coña, vamos. Menudo entrenamiento que tengo de tanto correr con el Cano...

Cuando me vine a dar cuenta estaba ya en la puerta de casa, yo sólo, ladrándole a la linda humana que me abriera inmediatamente.

Al poco llegaron el Canalla y el Cano. Como ví que el Canalla venía asustado vivo me lancé sobre él a darle todos los mimos de que fui capaz, y hasta fingí que estaba presa del pánico y muerto de miedo. Sólo para que se sintiera útil, vamos.

Lo bueno es que luego todo el mundo me estuvo dando muchos mimos todo el día.

Jó, si llego a saber que esto de la fama era tan duro...


Yo lloriqueaba para dar pena y recibir mimos, ojo, no porque estuviera muerto de miedo.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese es mi Peludo valiente!
Y los mimitos siempre sientan estupendos sea cual sea el motivo o momento...

Anónimo dijo...

Tu no te preocupes, esos perros no merecen la pena :)

Anónimo dijo...

Peludo, si necesitas ayuda tengo dos amigos italianos que les pueden decir a esos boxer macarras quien es el que manda en el barrio. Solo tienes que decirlo !cappici!

Anónimo dijo...

no te preocupes Peludo, eso es la envidia que es muy mala,eres el mejor y eres famoso y los boxers no los conoce nadie, desde aqui te mando un monton de mimitos, rascaditas detras de las orejas y cosquillitas en la barriguita, eres muy guapo y valiente, un besote.

Unknown dijo...

jjjjjjj
no tenias miedo no?
vaya que shustoooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
patita
colega

Veva dijo...

De Pipa y su ama:

Oye, tu, Peludo, los chicos también lloran!

Unknown dijo...

sisí, por unos mimos bien se vende uno, shh, esto queda aquí, en petit comité...

Buffy dijo...

¡Eso son celos! en serio.. los cuidadores de los Boxer no son como los tuyos y por eso ellos son asin.
no tienen culpa.. solo es que amargan la fiesta.. en fin procura pasar de ellos
patita mi amigo (y saluda a Cano de mi parte profa)

la monda lironda dijo...

me gusta tu blog y pienso visitarte a menudo

Anónimo dijo...

Hola Peludo
no hagas caso a esos perros feos, mas bien centrate en tu momento de fama.
saludos
girasol

Anónimo dijo...

vive tu momento de gloria y olvidate de los envidiosos. esos nunca llegaran a nada

sxz1sxz2sxz3 dijo...

Vas a acabar necesitando un guardaespaldas... bueno, uno pa ti y otro para Cano eh? Saludos y cuidado, que no queremos verte en peligro

Anónimo dijo...

Hola, Peludo!

Veo que eres un compañero de batalla..Yo también fui adoptado y no sabes qué bien me lo he montado!

Hablaré con la mamma para ver si me deja el ordenador a ratos y empiezo mi blog!

Ah! Por cierto, soy un perro bodeguero andalúz pero hablo catalán, también.

Si me necesitas, silba!

Merli, el perro que nunca ladra.

Anónimo dijo...

Hola Peludo!!!
No sabes la alegría que me da encontrar una página de el mejor amigo del hombre.
Preciosa página, lindas fotos y sacales la cresta a los perrotes esos.
Cariños en la panza.