Mejoras en el invento

Como saben, desde que llegó el Cano a casa, hace ya casi un año por cierto, tuve que cambiar algunas rutinas diarias. Una de ellas afecta al paseo, pues el canalla del Canalla se empeña en tenerlo todo atadado y bien atado y no nos deja ir por la calle como deberían ir los perrines, que es libres como el viento.

Por eso hizo un invento para poder pasearnos a los dos a la vez y tenernos atados. Así es como fue en un principio:

Y más tarde, como uno de los dos canes de la casa (no voy a dar nombres) es muy bruto y pega muchos tirones cuando vamos por ahí aquello acabó por romperse, y el Canalla venga hacer remiendos que de poco servían pasados unos días.

No convencido de la necesidad de dejarnos ir a nuestro aire y sin correas, el Canalla hizo una supuesta mejora del invento ése, de la que estaba muy contento el tío, y que tenía esta pinta:


Pero claro, ya se pueden imaginar que ni siquiera eso fue suficiente para contener las embestidas del bruto este que tengo por hermano adoptivo, y lo volvió a romper.

Ahora dice el Canalla que se pasa al material profesional. Material de montañero dice que es lo que está usando ahora. Este tío es tonto ¿somos perros o cabras de montaña? ¿para qué queremos nosotros ir a la montaña?.

En fin, que la cosa esta que ha puesto ahora dice que no se va a romper. Ya, y yo me lo creo, con lo bruto que es el Cano seguro que no dura una semana esta nueva versión del invento.

De momento, hoy aguantó y llegamos a casa todos juntos:

Pero lo que tiene que hacer el Canalla es dejarse de inventos y tonterías. Lo suyo es que salgamos los tres andando, sin atadura alguna, libres, que parece que no se fía de nosotros. Vamos, como si alguna vez hubiéramos hecho alguna trastada o algo...

Con casco y a lo loco

Hace un tiempo ya les mostré aquí la foto en la que salía un colega canino todo contento en su moto.



Parece que está cundiendo el ejemplo, pero no sólo entre nuestros colegas los canes, ahora se anima cualquiera. Eso sí, ponerse el casco no le libró de la multa, en este caso por ir tres en un ciclomotor.

Localizan una cabra que circulaba en ciclomotor en Tenerife

EFE

SANTA CRUZ DE TENERIFE.- Agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife interceptaron a un ciclomotor tras detectar que en él viajaban tres ocupantes, y al proceder a su identificación comprobaron que uno de ellos era una cabra, a la que se había colocado el correspondiente casco de protección.

Según informa el Ayuntamiento de la capital tinerfeña en un comunicado, los hechos tuvieron lugar en la Avenida de Anaga después de que los agentes detectasen que a bordo del vehículo viajaban tres ocupantes.

Sin embargo, al proceder a su identificación comprobaron con sorpresa que el ocupante del medio, que también llevaba casco, resultó ser una cabra.

Los agentes solicitaron la documentación del vehículo con el objetivo de realizar las denuncias oportunas por una infracción grave a la Ley de Seguridad Vial.

Al comprobar que carecían de todo tipo de documentación, los ocupantes humanos del vehículo fueron denunciados por carecer de licencia de conducir y del seguro y documentación del ciclomotor, que fue retirado a los depósitos municipales

Otra vez en pelotas

Al canalla le parecerá muy divertido, pero a mí maldita la gracia que me hace que así, por las buenas, me dejen en pelota picada y a traición.

Estaba yo de buena tarde vigilando el barrio desde la terracilla, con el Cano al lado dando porsaco, para variar. A todo esto que llega el canalla y me pone el arnés. No era la hora del paseo pero mira, qué bueno, un paseo siempre se agradece. Lo mosqueante es que al Cano no le puso el arnés. Ahí ví que algo no iba bien.

Luego me llevó con él hasta el coche. Aún cabía la posibilidad de que, en realidad, me llevara a mí sólo a jugar con el Leo, pero iba a ser que no.

Evidentemente, cuando llegamos a la casa de la humana mala de verde me resistí a entrar. Vamos, ni loco quería entrar allí, menuda me hicieron la última vez que allí estuve, que hasta me drogaron y todo.



El Canalla, a puros arrastrones me metió para adentro. Y claro, por mucho que lloré y me quejé no se apiadaron de mí. El bichejo ruidoso ése que vive allí se volvió a comer mi querido pelo.

Ahora vuelvo a ir por ahí en pelota picada. Dice el Canalla que es para que pase menos calor ahora en verano, pero nada más pelarme se puso a llover, soplar viento e hizo un frío que pa qué. Desde luego, sí que fue efectivo eso de comerme el pelo, que hasta llovió y todo sólo para que yo no pasara calor.

Al menos hubo algo bueno, y es que conocí a Bruji. La pobrecica sigue buscando un humano que se deje adoptar.

Y yo, mientras, a ver cómo voy por ahí todo pelado con la chapita al cuello que pone "Peludo".

Bruji necesita adoptar un humano

El otro día conocí a Bruji, es una perrita sin raza definida, de unos 7 meses, pequeñita, simpatiquísima. De hecho, nos hicimos muy más mejores amiguitos nada más vernos. Hubo cierta química entre nosotros.

Lo malo es que Bruji necesita de inmediato adoptar a un humano. Ahora mismo está viviendo temporalmente donde la humana mala de verde, que es a donde me llevaron el otro día, para mi desgracia. Pero eso ya se lo contaré en otro momento.

Si deseas adoptar a Bruji llama al teléfono de la humana mala de verde (los humanos la llaman veterinaria), que es: 968 28 22 50