17.1.06

¡Ha aparecido Chispa!

¡¡Bieeennnn!! Ha aparecido Chispa, la perrita que el otro día les conté que se había perdido.

Lo que pasa es que la historia es muy rara, y de esas que huelen a pipí de gato.

Resulta que la habían secuestrado. O algo así. Cosas de las que sólo son capaces los humanos, y que los perrines jamás, jamás haríamos.

Esto es lo que me cuenta la propia Chispa:

"Peludo, vas a flipar con lo que me ha pasado.

La historia empieza el otro día, cuando iba yo paseando con mi humana (Natalia). Dice mi humana que como aún soy muy pequeñaja me emociono mucho cuando me enjugasco, y pierdo la cabeza.

Eso debió pasarme el otro día, pues me emocioné siguiendo una olor muy interesante y salí corriendo, y cuando me vine a dar cuenta, no ví a mi humana y yo no tenía claro donde estaba.

Me asusté un montón. Y dí vueltas buscando a mi humana. Pero no hubo forma. No conocía aquella zona y me puse muy nerviosa.

Pasé mucho frío y no tengo claro cuánto tiempo estuve dando vueltas por ahí.

El caso es que terminé en brazos de una señora, que me llevó al sitio ese feo que llaman perrera. Y allí estuve un rato.

Luego vino un señor y dijo que me quería adoptar. ¡¡Pero ese señor no era el humano que hay en mi casa!!. Uff, qué miedo que pasé de ver que me querían llevar.

Parece ser que el señor ese que me sacó de allí y la otra señora que me llevó se conocían de algo, pues le pude encontrar rastros de olor en su ropa, que tonta no soy y, otra cosa no, pero el olfato lo tengo bien bueno.

El caso es que, al poco tiempo (creo que era el día siguiente), estaba con una nueva familia, pero esta no era mi familia.

Me sacaron a pasear por la calle. Yo iba triste, pensando qué sería de mí a partir de ahora, y dónde se habría metido mi familia de verdad que no venía a buscarme.

Pero, de pronto, me llegó una olor que conozco muy bien. Uff, qué subidón. Era la olor de mi mamá, la de verdad (Natalia). Cuando la ví me volví loca de alegría. Grrrr, grrr, que gustirrinín encontrarla al fin.

Pero no. Pasó algo muy raro. La nueva humana decía que ahora yo le pertenecía y que no me podía ir con Natalia. El señor grande de esa casa nueva también decía lo mismo. Y no me dejaron ir con mi familia (la de verdad).

Me han contado después que en la perrera ésa pasó algo muy raro, pues alguien de allí hizo cosas extrañas para hacer que yo no volviera con mi familia de verdad, sino con esa nueva gente que decía ser mi familia.

Parece ser que hay una cosa que los humanos llaman procedimiento, y que a mí no me lo aplicaron bien. Dijeron que me habían puesto el michochip, pero yo no llevo nada de eso en mi cuerpito.

También dijeron que yo llevaba allí no sé cuánto tiempo pero, en realidad, allí estuve muy poco tiempo. Eso sí, lo suficiente como para enterarme de algunas de las cosas que pasaban en ese lugar.

A algunos de nuestros colegas caninos abandonados o perdidos (como yo) les buscaban una nueva familia, pero otros chuchos con los que pude ladrar un rato me dijeron que estaban preocupados, que a los que no eran adoptados al poco tiempo de estar allí se los llevaban a un sitio extraño, que olía muy mal, y que ningún can había visto que perro alguno volviera de allí. No puede ser eso nada bueno.

El caso es que, por lo visto, a lo que a mí me han hecho parece que se le llama secuestrar. Pero esta historia es muy rara, pues parece que en la perrera esa alguien quiso que yo no volviera con mi familia de verdad.

¡Qué cosas son capaces de hacer estos humanos!...

Parece ser que quien hizo que todo terminara bien fue la humana mala de verde (veterinaria le llaman también), que en este caso de mala tenía poco.

El caso es que al fin he vuelto con mi familia. Y a Natalia, de pura alegría que me dió, le he pegado unos lametones que pa qué.

Ten cuidado, Peludo, que hay por ahí humanos capaces de hacer cosas muy malas."

Hay que ver, y todavía voy yo y llamo canalla a mi humano. En comparación con lo que son capaces de hacer algunos, mi canalla es un bendito...

Tantos perrines por ahí abandonados, y van unos humanos y se empeñan en secuestrar a una perrina que sí que tiene una familia que la quiere.

Como diría el colega Ideafix, el perrín de Asterix, "están locos estos humanos"...


Chispa en su camica
Ahí está Chispa, toda contenta en su camica

5 comentarios:

Veva dijo...

En horabuena, preciosa

Anónimo dijo...

Bienvenida a casa Chispa.
Un beso perruno

Unknown dijo...

menos mal que aparecio.-
menuda historia rara no?
abracito colega

Unknown dijo...

historia rara pero ha acabado bien! :D

ELMOREA dijo...

La importancia de tener el chip debidamente colocado, aunque en este pais de las mil y una leyes haya comunidades donde no sea obligatorio. Recordemos que podemos extraviar a nuestro amigo en otra que no sea la nuestra o que simplemente llegue hasta alli, por alguien bienintencionado que lo lleve a alguna asociacion o perrera, sin chip no hay forma de volver a encontrarlo. Enhorabuena Chispa.