Estoy nervioso, inquieto. No puedo parar, no puedo estar quieto. Quiero correr, saltar, ladrar, jugar. Hago todo ello, y aún quiero más.
Me muerdo la cola girando sobre mi mismo, corro yo sólo a toda velocidad de una punta a otra de la casa. Me subo y bajo continuamente a los muebles y sillas.
Hoy me dejaron de nuevo con la casa enterita para mí sólo. Y claro, como no puedo vigilar lo que pasa por el barrio como hago cuando estoy en la terracilla, pues me aburro. Entonces me tengo que fabricar mis propios entretenimientos. Hoy he estado jugando con las cosas que los humanos se dejan sobre la mesa donde comen. Pero ahora me siento raro.
Los ojos los tengo abiertos como platos. El corazón me late deprisa. Siento necesidad de moverme continuamente. No puedo estar quieto. Me siento lleno de energía, capaz de cualquier cosa.
Y no he parado en toda la mañana. Lo que no sé es cómo llegué a parar hasta aquí.
Por cierto, ¿alguien podría ayudarme a bajar de la lámpara del techo?
Hoy jugué con lo que mis humanos dejaron sobre la mesa
4 comentarios:
Pero que pedazo inconscientes!!! no saben que ciertes cosas no se pueden dejar al alcance de niños y perritos???? Pobre, vas a pasarlo mal cuando te pase el efecto de "eso" que toman en tu casa... cuando regresen muerdeles en la pantorrilla para que sepan...
Peazo dopaje te has metido!! XD
Oh, has comido caramelitos de ésos? Caray, probando las drogas ya, eh?
Uhhyy creo que tienes dos problemas, primero la resaca que tendrás mañana y segundo la bronca de tu amo por hacer el trasto.
Que peligro tienes, enano.
Saludos con forma de ladrido.
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