9.10.04

Me han atacado

Sí, como lo oyen. Ayer me atacaron en plena calle. Toda una jauría de enormes perros salvajes contra mí.

Estaba yo haciendo mi recorrido habitual, y marcando mi territorio cuando veo que, sin previo aviso ni provocación, una auténtica jauría de gigantes perracos salvajes y malévolos se abalanzó sobre mí con intención de comerme vivo.

De la docena larga que conformaba la manada, había uno, el más grande y maligno de todos, que me tenía especial manía. Ése, dado su aspecto y dominación física sobre el resto, debía ser el jefe, y también el que lanzó el ataque, que fue secundado por todos los demás perros.

La cosa se puso fea en aquel momento, pero entonces yo saqué de mí todo mi valor, coraje y capacidad de lucha para pelearme, uno a uno, con todos ellos. Tal paliza les dí que se fueron todos corriendo y gimoteando como gatitos asustados.

Y mi humano ahí mirando sin inmutarse. Hasta diría que le vi dibujar una especie sonrisa al muy canallla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Duende

Pobre peludo, pues que sepas que encima, el muy canalla, va contando calumnias de tí.... pero los lectores de este diario tenemos claro quien miente :)

Anónimo dijo...

Estimado Peludo, no se si es la manera más adecuada para dirigirse por primera vez a una animal de la estirpe canina, ruego sepas disculpar mi ignorancia.
Una vez leídas varias de tus reflexiones perrunas así como los relatos de tus andanzas y contratiempos, me permito hacer unas reflexiones:
Estoy seriamente impresionado de la confianza y el aprecio que te presta tu amo, así como de la cultura que te ha sabido impregnar en el corto espacio de tiempo que estás en su seno. De otra parte, teniendo en cuenta que eres un perro más bien feo, o muy feo, algo canijo y canoso (aunque no se ve en las fotos, lo es); no se puede decir que seas de buena familia pues tu pedigrí es incierto y tu origen la calle. Tengo que pensar que el aprecio que te dispensa solo es justificable por el dicho de "a quien Dios no da hijos le concede sobrinos(o perros)".
Aprovechando la coyuntura y dado el nivel de confianza depositado en tu persona perruna y la capacidad demostrada, sería bueno que asumieras obligaciones propias de tu amo, como aspectos contables, cuentas bancarias, administración de fincas, agenda telefónica (incluido número de los pintores) y otros menesteres de tipo social(las crónicas del básquet las dejas para el). Tu amo con tu noble colaboración, quedaría muy agradeciendo y te permitiría disfrutar de los manjares de la mejor cocina en bote, gránulos enriquecidos con "viagra", huesitos de gato y en general una alimentación más adecuada a tu noble condición perruna, consiguiendo el milagro de que incluso tu "pipi" fuera inodoro.
Por hoy va bien de reflexiones, queda en el patio bajo en el rincón de la antena parabólica, con tu caseta climatizada y el portátil que tu agradecido amo te ha instalado para que puedas seguir realizando tu crónica habitual.

SALOS Y UN FUERTE LADRIDO.