Hoy, mi novia Carta y yo hemos ayudado a que el vecindario madrugara un poco más de lo normal.
Carta llevaba varios días sin ver a sus humanos, así que cuando apareció hoy en el patio de al lado (¿les dije que además de novios somos vecinos?) se encontró muy sola, y muy triste porque sus humanos aún no habían aparecido.
Y claro, ya saben lo que nos pasa a los perrines cuando estamos en una situación así. Nos salen los ancestros y se nos manifiesta el lobo que todos llevamos dentro desde lo más remoto de los tiempos.
Así, ni corta ni perezosa, Carta se puso a aullar como una verdadera y linda lobita: "Auuuuuuuuuuuuu"
Y claro, es mi novia, y una colega perruna. Así que no la iba a dejar sóla en dicha tarea. Como, además, me acababa de abandonadar mi humano también, pues me puse yo también a hacerle los coros, para que supiera que no estaba sóla y que yo le pensaba ayudar a aullar para que sus humanos la oyeran y vinieran de inmediato.
Y ahí estábamos los dos, aúlla que te aúlla, a dúo:
"Auuuuuuuuu"
"A-A-Auuuuuuu"
Hoy, los más remolones del barrio no han llegado tarde a trabajar como suelen. Y todo gracias a nostros dos.
11.4.05
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3 comentarios:
colega
yo tambien aullo. Cuando veo una ambulancia o la pasma, no paro.
Los bípedos me miran extañados, y alucinan...
patita...
por aquí también hacen estragos las ambulancias, un lametón
yo no aullo. Pero sé ronronear, como los gatos. Mi ama dice que deve ser algo ancestral, quizás un intercambio canino-felino en la arca de noé...
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