16.12.04

Psicología humana

Creo que ya les he contado alguna vez que mis humanos no es que sean muy listos que digamos. Por eso a veces tengo que aplicar la psicología humana para facilitarles las cosas, pues ellos solitos no dan para más.

En este caso me refiero a cómo se piensan ellos que se vacía un cuenco de comida. Sí, me explico. Al parecer, los humanos, cuando ven que un cuenco de comida no se vacía no se les ocurre pensar que es porque no me gusta, o porque no me apetece comerme la bazofia que suelen ponerme por comida (en este caso unos grasientos restos de cerdo). Se ve que se piensan que los cuencos éstos son como los de las bodas de Caná, que son infinitos y no se acaban nunca.

No, si el cuenco no se vacía, ES PORQUE NO ME LO COMO, a ver si se enteran de una vez.

Por tanto, si quiero que me llenen el cuenco de mi comida con algo más decente tendrán que verlo vacío. Por eso he ideado y puesto en marcha un sistema para matar dos pájaros de un tiro.

Lo que he hecho ha sido esconder por todos los rincones que he podido los trocitos de comida que había en el cuenco. Unos en mi casica, otros en los recovecos de las paredes y columnas, incluso disimuladamente entre las revistas de la mesa de centro... Bueno, y en otros sitios que no voy a contar aquí, no sea que lo lea mi humano, se entere y me los quiera quitar. Porque, una cosa es que no me lo quiera comer y otra que, ya de paso, no me venga bien guardarlo, para tener reservas almacenadas por si hubiera una emergencia.

De esta manera, cuando al fin ha visto el cuenco vacío, me lo ha vuelto a llenar con comida.

A mí, lo que me gusta, y ya me estoy cansando de decirlo, es la pechuga de pavo bien tierna y a la plancha. Poco hecha, eso sí. Pero no, el tío canalla me ha vuelto a poner esa horrible comida que compra en los grandes almacenes y que, aunque él dice que es salchicha de pollo, en realidad sabe a caca de gato.

Así que, que busque, que busque, a ver si tiene narices a encontrar los trozos escondidos.

A ver si lo encuentran
A ver si tienen narices a encontrarlo


1 comentario:

Anónimo dijo...

De Pipa:

Pues yo cojo el borde del cuenco y lo lanzo por los aires. (Vale cuando no te gusta y también cuando quieres comer de madrugada...jobá, a mis jefas a veces les entra hambre de noche y van a la gran caja blanca....y yo qué?)