Lo que pasa es que, después de pensar seriamente en lo que me dijeron, ya no quiero ser como Beckham. Creo que no encaja con mi perfil canino eso de la depilación, el solarium, pendientes horteras y la novia con mala leche. Pero sobre todo lo de la depilación. No, soy un perrín peludo, y no me avergüenzo de ello. No consentiré que me quiten un solo pelo.
Creo que ya sé a quién quiero parecerme: a Ronaldinho. Es un fenómeno con el balón, no hace mariconadas de esas de peluquerías y, además, es negrito como yo.
Además, a mí lo que se me da bien es proteger el balón y el regate corto, no el pase largo y el desfile de pasarela.
Lo dicho, quiero ser como Ronaldinho.
Duro entrenamiento. El regate corto y proteger el balón es lo mío, como Ronaldinho.
2 comentarios:
duende
Que estampa!! escondiendo el balón, mirando al contrario de forma que tenga claro que "ese balón es tuyo", regateando con 4 patas hábiles y luciendo ese empaque futbolero!!!!
Ser como Ronaldinho és un poco trabajoso: hay que usar ropitas " Armani" e noviar siempre con rubias de pelo largo e ideas cortas...Asi que nuestro noviazgo ( és asi que se dice?) vá quedando cada vez más imposible...
Ah, como me gustan esas estorias imposibles a la Romeo y Juliet!
Pestiña, la morocha de Brasil
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