Se trata de mi huesecico. Bueno, no soy tonto. Sé que no es un huesecico de verdad, pero me encanta pasarme todo el rado mordisqueándolo, hasta que consigo sacarle jugo.
Lo que pasa es que no puedo estar en todo. Uno también tiene que irse a su rincón a perezar, o salir a la terraza a vigilar el vecindario, o corretear por la casa o, simplemente, salir fuera cuando es la hora de mi sagrado paseo.
Por eso no me gusta que mis cosas más preciadas queden al alcance de los canallas de mis humanos. Hoy pensé esconder bien mi huesico, para que no les diera a ellos por comérselo, pues no sería la primera vez que amenazan con quitarme alguna de mis preciadas posesiones.
Y ahí me fuí, a buscar el mejor escondite para el huesico. Lo malo es que me han pillado en plena faena "ras, ras, ras", escarba que te escarba para hacerle un hueco y taparlo bien tapadito, todo lo más discretamente posible para que ellos no lo pudieran encontrar.
He intentado hacerme el disimulado y fingir como que no había ocurrido nada y que yo sólo pasaba por allí. Pero para mí que no se lo han creído.
No me han regañado apenas, pero lo malo es que ése ya no será un escondite seguro.
Tendré que ir pensando en otro escondite y vigilar para que no me pillen mientras escondo mis tesoros.
He intentado disimular como que no pasaba nada, pero no sé si ha colado
2 comentarios:
sale duro!! ya irás mejorando al técnica, paciencia! :P
yo no les doy tiempo a esconderlos me los zampo en un minuto.´
patita
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