En un momento en el que la linda humana me tomó en zuz brazoz, me parezció ver una ventana a travéz de la que ze veía a un perrín que me resultaba muy familiar.
Me puze a olizqueazlo vivo, pero aquello no olía a nada, lo que me intrigó aún máz. En un zegundo viztazo ví que el perrín aquél, ademáz de eze aire familiar, y de zer mu guazpetón, se movía ezaztamente como yo cuando yo me mozvía. Y no, no era el Pelu.
Joez, qué tarde pazé intentando azomagme a la ventana esa a ver zi zeguía allí el perrín eze. Pero el canazlla no hacía máz que regazñarme y no me dezjaba subig a la ventana esa gagga.
Qué cortabolloz ez el canazlla.
Pog ciegto, eztoy intentado ezcribig mejoz, pero me cuezta muncho. Dice el Pelu quezque yo zoi algo anazfabezto y no vozcalizo bien. No zé que eg ezo, pero va a zeg un insugto o azgo azín.
Mirando a travez de la ventana gagga
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