A lo que iba. Para conseguir algo de los humanos es mejor recurrir a métodos más sutiles. En mi caso tengo uno que no suele fallar: tumbarse panza arriba. Además de ser una postura bastante cómoda y permitir estirar los músculos más importantes del cuerpo canino, causa efecto inmediato entre los humanos.
El truco está en transmitir indefensión y padecimiento, dar pena, obligarles a que te presten atención de forma inmediata para que dejes de sufrir. El complemento ideal es la carita de pena y un gimoteo sutil pero constante.
No vale con tumbarse a la bartola, de cualquier manera. No, esto exige técnica y entrenamiento. Las paticas traseras pueden estar ligeramente inclinadas, pero las delanteras tienen que estar perfectamente verticales, formando ángulo de 90 grados en su extremo.
La cabeza, eso es indispensable, tiene que estar ladeada totalmente hacia uno de los dos lados. Si el cuerpo está ligeramente inclinado hacia un lado, la cabeza lo estará hacia el contrario.
¿Qué? ¿Parecía fácil? Pues ya ves lo dura que es la vida de un perro doméstico.
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