El caso es que es un momento muy divertido saludarnos así. Más divertido aún es si nos juntamos varios perrines para saludarnos.
El otro día fue ya el colmo. Coincidimos a la vez Patachula, mi colega al que le dí un abrazo el otro día, Bobby y yo.
En esta ocasión pude, además, darme cuenta de una cosa que antes se me había pasado por alto. Resulta que Patachula no es un perrín, sino una perrina, pero antes no me había dado cuenta, por eso de que siempre que nos habíamos visto había sido de forma rápida y accidentada.
Bueno, no vean el revoltijo que formamos saludándonos todos a la vez. Claro, de la emoción queremos saludarnos todos al mismo tiempo y nos montamos un lío que pa qué.
Vamos, lo que se dice una asamblea perruna.
Ahí nos tienen en plena asamblea
3 comentarios:
Que dice la Veva que si entre humanos fuera tan facil saberse las intenciones...claro que quedaría un poco raro, al de planeta agostini que lo huele y dice "este me quiere vender algo", el testigo de jehová, que huele a incienso...pero los saludos en el trabajo serían muy divertidos! Anda que no se complican los canallas!
HOY TODOS LOS PERRINES SOMOS DOGS DE LONDRES
esto parece un progarama del corazón, verdi... panda de cotillas, de q ladrabais?
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