No obstante, he de decir que la vida del perrín callejero es aún peor que la mía. Yo pude vivirla una temporada y puedo decir con conocimiento de causa que, pasados los dos primeros excitantes días de aventura, la cosa se pone bastante fea, sobre todo cuando llegan el hambre, el frío y las agresiones.
Una lectora animalista nos comenta que hay muchos otros perrines y gaticos que no han podido adoptar a un humano y lo andan deseando. En En busca de una segunda oportunidad se dan a conocer perrines y gaticos a los que algún malnacido humano ha abandonado. Pese a ello, aún están dispuestos a dar una segunda oportunidad a los humanos y adotar de nuevo a uno.

Turrón es uno de estos animalitos que busca un humano que adoptar. Fíjense que guapito sale en la foto. No es el único, hay muchos más que tienen un gran corazón y están dispuestos a dar una segunda oportunidad a los humanos.
Si eres humano, tienes corazón y eres responsable ahí podrás encontrar grandes joyas en forma de perrín o gatico.
Si tú, humano, no vas a ser capaz de dejar que te adopten y corresponder al cariño que te den con buenos cuidados y cariño, mejor no te dejes adoptar.