29.1.05

Segunda oportunidad

Yo me quejo mucho de que mis humanos son algo canallas, gandules, no muy listos (por no decir algo tonticos) y de que a veces me dan de comer auténtica bazofia que sabe a caca de gato.

No obstante, he de decir que la vida del perrín callejero es aún peor que la mía. Yo pude vivirla una temporada y puedo decir con conocimiento de causa que, pasados los dos primeros excitantes días de aventura, la cosa se pone bastante fea, sobre todo cuando llegan el hambre, el frío y las agresiones.

Una lectora animalista nos comenta que hay muchos otros perrines y gaticos que no han podido adoptar a un humano y lo andan deseando. En En busca de una segunda oportunidad se dan a conocer perrines y gaticos a los que algún malnacido humano ha abandonado. Pese a ello, aún están dispuestos a dar una segunda oportunidad a los humanos y adotar de nuevo a uno.

Turrón es uno de estos animalitos que busca un humano que adoptar. Fíjense que guapito sale en la foto. No es el único, hay muchos más que tienen un gran corazón y están dispuestos a dar una segunda oportunidad a los humanos.

Si eres humano, tienes corazón y eres responsable ahí podrás encontrar grandes joyas en forma de perrín o gatico.

Si tú, humano, no vas a ser capaz de dejar que te adopten y corresponder al cariño que te den con buenos cuidados y cariño, mejor no te dejes adoptar.

28.1.05

Ola de frío II

Hay que ver qué graciositos son algunos dándole ideas a mi humano.

Si fuera poco lo canalla que es y las cosas que es capaz de hacerme van vds. y le dan nuevas y perversas ideas.

¿Quién fue el que sugirió lo del gorro?. Qué ocurrente el muchacho...

Miren ahora con lo que me he encontrado cuando he despertado de mi siesta.

Menos mal que, al igual que con la bufanda, luego tuvo un poquito de consideración y no se atrevió a sacarme así a la calle.

Si me llega a sacar a la calle de esta guisa me hago mis necesidades en su pie, que con el frío que hace lo mismo hasta se le congela y todo el chorrito ahí mismo al muy canalla.

Y por favor, piénsenlo un poco antes de darle a mi humano esas perversas ideas que le brindan.


Me puso este gorro mientras  dormía
Miren el gorro infame que me puso mientras dormía

26.1.05

Ola de frío

Estamos en plena ola de frío.

Afuera hace un frío que pela. Sí, incluso me pelaría a mí, que soy de lo más peludo que hay.

No obstante, espero que la bufanda que me ha puesto mi humano sea sólo una bromita para la foto, porque no pienso hacer el ridículo saliendo a la calle con ésto puesto alrededor de mi cuello.

Aunque tenga frío prefiero mis defensas naturales contra el frío, que para algo yo soy Peludo ¿no?.

Que no, que no pienso salir así a la calle.


No pienso salir a la calle con esta bufanda
Ni loco, no pienso salir así a la calle

25.1.05

Impaciente

Estoy impaciente.

Sí, hace rato que quiero salir a mi sagrado paseo, pero mi humano no se entera, hace que no se entera o pasa olímpicamente de mí.

Ya no sé cómo hacerle ver que es la hora. Le ladro, le doy con la patica, hasta me subo encima de él. Lloriqueo, me tumbo panza arriba y le miro con ojos ansiosos. Pero ni caso.

Fíjense que hasta he tenido que empezar a traerle los utensilios de los paseos. Ahí le he dejado una zapatilla de pasear.

A ver si voy a tener que morderle en la oreja y sacarlo a rastras.

¡¡¡Venga!!!. ¡¡¡Vamos ya!!!


Quiero mi paseo ya
Ya no sé que hacer para que vea que es la hora de mi paseo. ¡¡¡Vamos!!!

21.1.05

Ciclo-paseo canino

Ya les había contado que mi humano, además de canalla, es algo gandul.

Pero hoy he podido comprobar que hay otros humanos que casi le ganan a gandul y todo. Miren con lo que nos hemos topado hoy:

Paseo ciclo canino

Aunque, bien pensado, tal vez usando ese método de ciclo-paseo canino mi humano me daría paseos más largos y no me llevaría de vuelta a casa enseguida.

O tal vez no, tal vez le diera por llevarme casi a rastras, a todo correr, como si entrenara para las olimpiadas o algo. No, no, que ya lo veo venir.

Mejor lo dejamos para los profesionales. Deporte sí, vale, pero nada de correr la maratón canina.

20.1.05

Me han pillado

Uno de los mejores placeres caninos es el colarse en la cama de los humanos. Es grande, blandita, calentita, acogedora y especialmente agradable cuando están ellos. A mí me gusta saltar y subirme a ella de improviso, cuando están ellos dormidos vivos y meterme justo en medio: abrigado y protegido. Hummmm, que bueeeeno.

Lo que pasa es que los muy canallas no quieren compartir la cama conmigo y me echan en cuanto se dan cuenta de que me he subido, por muy sigiloso que yo sea y aunque estén dormidos. Egoísticos.

Pero claro, ellos tampoco se pasan el día entero ahí ni pueden vigilar constantemente. Por eso cuando se han ido o cuando están muy interesados en alguna otra cosa aprovecho mi oportunidad.

Eso tiene casi todas las ventajas de subirse cuando están ellos pero sin el inconveniente de que te echen. Bueno, eso siempre y cuando no te pillen, como me ha pasado ahora. Eso es lo malo, que luego ya sabe uno lo que le espera.


Glupppss, me han pillado
Gluppps, me han pillado, a ver como explico que fue sin querer queriendo y sin darme cuenta

19.1.05

Yo no he sido

Se trate de lo que se trate yo no he sido.

No, no. No me me mires así que yo no he hecho nada.


Yo no he sido
No me mires así que yo no he sido

18.1.05

Tristeza peluda

Ya no está. Ya no me regaña. Ya no peleamos con ganancia por la comida de la abuela.

Quiero que vuelva. ¿Porqué no vuelve?.

Ahora ¿con quién me voy a enfurruñar yo?


Estoy triste
Estoy triste ¿Ahora quien me va a regañar?

13.1.05

Nochevieja peluda

Han llegado las fotos de Nochevieja. Ya ni me acordaba.

Lo último que recuerdo es que me pusieron un estúpido gorro sobre la cabeza y un collar alrededor del cuello, y que me dieron de beber de esa extraña bebida con burbujas que me provocó un agradable picorcillo en el hocico, tras lo que todo se empezó a mover a mi alrededor.

Lo siguiente que recuerdo es que desperté junto a una perrina a la que no conocía y con un horrible dolor de cabeza, además de una extraña y desagradable sensación en el estómago, como de haber comido caca de gato.

La próxima vez me quedo en casa.

Vestido para la fiesta
Preparado para una nochevieja canina

12.1.05

Es mío

Lo cogí yo, sí ¿qué pasa?.

Ahora es mío. Mi trofeo, y de nadie más.

No me mires así que no lo pienso devolver...

Mi trofeo
Ahora es mío y no te lo devuelvo

9.1.05

Mis muy más mejores amiguitos: adiós a Sultán

Hoy estoy muy muy triste. Sultán ha muerto.

Sultán era el patriarca, el abuelo, el que nos enseñaba y regañaba en la casa vieja. Era ya muy muy mayor. Era tan mayor que parecía el padre de todos los perrines del mundo. Ni siquiera mis humanos se ponen de acuerdo en lo mayor que era.

Cuando yo le conocí ya era muy viejito. Me lo presentó Nerón (no mi otro muy más mejor amiguito Nerón, sino uno distinto), que era el compañero de Sultán en la casa vieja. Era tan mayorcito que ya se había vuelto algo cascarrabias. Todo le molestaba y ya no le gustaba jugar a las peleas. Me regañaba porque yo le pedía jugar y él no quería.

Sultán era pequeñín, de pelo corto y marrón, con mucho pedigrín de ese, pues tenía en él una variadísima combinación de los mejores genes de perrín callejero que uno se pueda encontrar.

Me contaba Nerón que cuando Sultán era más jovencito era muy juguetón, como lo soy yo y como lo era también Nerón (otro día hablaremos del pobrecillo Nerón, hoy toca Sultán). Era muy hogareño y no le gustaba escaparse. Era muy listo, y avisaba de cuando venía el pan o cuando iba a venir alguna visita de la familia humana.

Le gustaba mucho la vida y se agarraba a ella como podía. Incluso sobrevivió a un envenenamiento. No perdió el apetito hasta el último momento. Apenas podía moverse, ver, oir y olisquear, pero seguía comiendo como un cachorrín.

Descanse en paz.

Les dejo un par de fotos en las que aparece jugando a las peleas con Nerón, cuando éste aún era un cachorrín.


Jugando a las peleas
A punto de jugar a las peleas por petición de Nerón

Jugando a las peleas
Sultán y Nerón jugando a las peleas

6.1.05

Mis muy más mejores amiguitos: Bilbo

Bilbo es el grandullón del barrio.

Eso sí, es un buenazo que no veas. No corre muy rápido, pero asusta nada más verlo. Sería un perfecto camuflaje para mí si me meto debajo. Es negrín como yo, lleno de pelo como yo. De hecho es como si a mí me miraran con una lente de aumento. De mucho aumento, eso sí.

También es cierto que tiene cierto peligro: si te cae encima o si dice de darte un lametón. Con él tengo claro que no debo jugar a "quién me pone la pata encima".

Con él sí que me iría yo ahora a pasearme tranquilo por esas zonas del barrio donde me tienen manía y me han atacado, no una, sino dos veces, a ver si con él a mi lado se ponen tan chulitos los fieras ésos.

Dice mi humano que si como mucho mucho me pondré tan grande como él y seré igualito a él. Desde luego, no será comiendo la bazofia esa de bote que me echa por comida a veces, que sabe, y lo mismo hasta es, caca de gato.


Bilbo es enorme y un buenazo
Bilbo es el grandullón del barrio

4.1.05

Perro objeto

Me siento utilizado, humillado y ultrajado. Soy un perro objeto.

Mi humano se ha pensado que los perrines domésticos somos esclavos o algo así. Como ha visto que soy capaz de cosas como encender el aire acondicionado, esconder mi comida estratégicamente, hacer de despertador, ser un maestro del chantaje emocional, jugar al fútbol como Maradona, o memorizar rutas a la perfección, ha decido utilizarme vilmente.

Han dejado de vender prensa en la tienda de la esquina. Ahora, para comprar el periódico hay que irse algo más lejos. Como ya me conozco la ruta a la perfección, ahora, el canalla de mi humano pretende que sea yo solito quien vaya a por el periódico cada día.

No es porque no me sepa la ruta, que me la sé a la perfección, simplemente yo no estoy aquí para hacer recados. ¿Qué se habrá creído?. Y además, los periódicos de la semana todavía tiene un pase, pero... ¿de verdad espera que me traiga los periódicos del domingo, con todos los suplementos y hasta con enciclopedia que vienen y todo?. Este canalla lo que quiere es que me de lumbalgia canina o algo así.

¿Ven como tengo razón cuando digo que es un canalla?. Ahora además añado los calificativos de gandul y esclavista.

Estaríamos buenos, antes muerto que esclavillo.


El chico de los recados se piensa que soy
¡Qué humillación!. Ahora quiere que le traiga la prensa, incluidos los suplementos del domingo

3.1.05

Mi vecino es un marciano

Sí, no se sorprendan. Mi vecino es un marciano del mismísimo Marte.

Parece un pastor alemán, anda como un pastor alemán, ladra como un pastor alemán, incluso huele como un pastor alemán. Pero claro, la máscara que lleva en la trompa le delata.

Por eso, cada vez que me lo cruzo me pongo a ladrarle como si me llevaran los demonios, pero mi humano no me toma en serio cuando le ladro: "es un extraterrestre, un puñetero marciano, fuera, fuera!!!".

Se habrá pensado el marciano éste que soy tonto, como que no lo iba yo a descubrir...


Miren miren, es clavadito
Fíjense, es clavadito al Darth Vader ése