21.5.05

Carreras en la arena

Les decía ayer que puede resarcirme, un poco al menos, de la gran humillación que sufrí con la humana mala de verde.

Resulta que como mis humanos, sobre todo el canalla, debían de tener la conciencia muy muy pesada tras lo que me habían hecho, me llevaron de nuevo al mar.

Yo estaba aún convaleciente, y me habían prohibido el baño en el mar durante unos días. No obstante, pude pasármelo muy bien correteando por allí. Además, soplaba mucho el aire y, al corretear, daba un gustirrín en el hocico que pa qué.

Dí un par de paseos por mi cuenta para conocer mejor los rincones de aquella zona. Pero no vean lo molesto que es el control humano remoto: "¡Peludo! ¡¿dónde vas?! ¡ven aquí!". Bueno, que les voy a contar a vds. que no sepan.

Luego dí un largo paseo con el canalla. Fuimos mucho más lejos que la otra vez. Tanto que pude ver otro nuevo trozo de playa inexplorada y que, por tanto, aún no había marcado con mi chorrico de identificación canina.

Así que allí me puse a marcar territorio, chorrico por aquí, chorrico por allá... Pero no se piensen que era fácil, no. Allí no hay árboles ni nada parecido, que es donde a mí me gusta dejar las marcas.

Por tanto, tuve que improvisar lugares para dejar mi rastro. Creo que a mi humano no le hizo mucha gracia, pues no paraba de llamarme a gritos para que no lo hiciera. Pero la naturaleza canina tira mucho.

Conseguí dejar mi rastro en dos chismes de esos bajo los que se ponen los humanos para hacer sombra, en una caja de las de guardar comida y cosas frías y, al final del todo de la playa, casi consigo hacerlo en la pierna de un desnudista de esos.

Sí, pero fue sin querer, porque había tan pocos sitios donde echar la gotica, yo iba tan absorto, y ese humano ahí parado estaba tan quieto, tan tostado y tan silencioso que casi lo confundo con un árbol.

No vean vds., para lo gordelio que está, cómo corría el canalla de mi humano cuando lo que yo pensé que era un árbol salió tras de mí con intenciones que no me paré a averiguar, pero que no debían ser nada buenas. Como podrán imaginar, yo también corrí lo mío, sin mirar atrás, y tan rápido que pronto rebasé al canalla, que empezó entonces a gritarme cosas muy malas.

Luego, cuando por fin llegamos junto a mi humana, ajena a todo lo que nos había pasado, con la lengua fuera los dos, nos miramos de reojo el canalla y yo e hicimos como que nada había pasado. Bebimos agua fresca y nos tumbamos un rato a disimular por si pasaba por allí el desnudista aquél.

Ese sería un pequeño secreto entre los dos.



Disimulando y vigilando
Aún con la lengua fuera me tumbé a disimular por si aparecía el desnudista

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Si quieres pasarlo bien, hay unos hombrecillos vestidos de azul, con gorrito y con una chapa en el pecho, que les encanta que les hechen un chorrito!!!!

Ya veras com cuando se lo heches, se sacan papel y boli y le apuntan al canalla sus datos para quedar mas a menudo!!!!

Unknown dijo...

peludo colega, que envidia.
yo el otro dia fui a la playita tambien pero habia piedritas.
pasatelo bien, aprovecha vos que la tenes cerca.
como me gusta...guauuu

Anónimo dijo...

JAJAJA estaba el desnudista de pie??? menos mal que lo confundiste con un árbol y no con una salchicha, sino de un bocado habrías hecho un estropicio que ni tu canalla podría arreglar ;)

Anónimo dijo...

che, peludin, suerte tenes tu, que estás por ahi, en espanha. Nosotros en San Pablo, no podemos caminar por las playas. Los humanos canallas hicieron una ley que nos prohibe eso. Dicen que transmitimos un bichito "bicho geográfico" que hace mal a ellos...yo que sé! A mi me parece que lo que hace mal a ellos es una cosa que ellos mismos llaman de "mala distribuición de renta" y no mi caca...total...son locos, no?

Anónimo dijo...

Vaya, Peludo, pues es el primer blog canino que visito, pero ya veo que escribes mejor que muchos humanos/as.
Un saludo (o sea, olimiento de morro y culo). Pásalo bien.

Anónimo dijo...

Pues aqui, en Galicia, han puesto a unos humanos que gritan mucho (megafonía, dice mi canalla) que en cuanto empieza la temporada de verano gritan "retiren los perros de la playa!" y a veces que ni ves al colega, que es un chihuahua, pero o salimos a escondidas al amanecer, o la arena no la pisamos! Dice la Veva que pronto prohibiran a los niños, que salpican mucha arena...

Anónimo dijo...

hehe =)