Lo que he inventado ha sido una revolucionaria técnica de secado canino para después del baño: me restriego fuerte la cabeza con las algas de la orilla y me revuelco el lomo con fruición en la arena. Al principio me pongo perdido de arena. Hasta los ojos, vamos. Pero luego me agito con fuerza y rapidez, como sólo los perrines sabemos hacer, y sale disparada toda la arena y los restos de alga. Como una patena de limpio me quedo.
Dice el canalla que es una guarrada, sobre todo si lo hago justo a su lado cuando está tumbado panza arriba. Sí, que diga lo que quiera, que yo me seco en un momento y él tiene que estar dando vueltas por ahí como un tonto para conseguirlo.
Mi técnica de secado canino basada en el revolcón
2 comentarios:
joe peludo que suertes tiene, todos los dias a la playita.
con lo que a mi me gusta la arena y hacer agujeros.
disfrutala por mi
tu amigo verdi
Creo que te han puesto un arnés de gato. Los de perro sólo van al cuello.
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