Nada, que no hay manera de salir por el barrio sin llevarse un susto en forma de cartel canófobo.
Estoy rodeado. Este último que les enseño hoy está justo al doblar la esquina. Parece que el vecindario se ha puesto de acuerdo para que no podamos hacer nuestras necesidades a gusto.
Y eso que yo procuro hacerlo siempre en donde único me deja el canalla: en los jardines, árboles y, porqué no, alguna farola y boca de riego, lo confieso.
Por si no han seguido las historias anteriores, ahí les recuerdo la saga de carteles canófobos que me he ido encontrando durante mis paseos y que ya les comenté. Ojo, y no es que yo me vaya muy lejos para dar mis paseos, no, eso quisiera yo, que el canalla no me lleva más lejos porque es muy gandul. Pues fíjense cuánto cartel en tan pocas calles.
En la carnicería a los perros ya no nos dejan fumar:
Justo en el jardín de la puerta de casa nos suguieren que hagamos las necesidades donde lo hacen los humanos:
En otros casos no se sabe si le piden a uno que no haga ahí sus necesidades o si justo lo contrario, y encima ponen atractivas tinajas, de las que nos gustán a los perrines para echar la gotica:
Otros, en cambio, son más educados y se dirigen directamente a los interesados, para que llevemos cuidado con nuestros humanos:
27.6.05
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1 comentario:
QUE TIERNO!!! NO QUISIERAS SER NOVIO DE NIZA?
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